Impétigo en Niños: Guía Completa para Padres en México

Actualizado: 5/11/2025
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Equipo Médico Busca Doctor México

Disclaimer: Esta información tiene fines educativos. Consulte siempre a un profesional de la salud para diagnóstico y tratamiento personalizado.

Si tu hijo tiene unas ronchitas o ampollitas que no sabes qué son, podría ser impétigo. Esta infección de la piel es muy común en niños pequeños y, aunque puede verse alarmante, tiene solución efectiva cuando se detecta a tiempo. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber para proteger a tu pequeño y actuar con confianza ante esta situación.

¿Qué es el Impétigo y por qué afecta a los niños?

Agentes Causales: Bacterias detrás del Impétigo

El impétigo es causado por bacterias que normalmente viven en nuestra piel sin causar problemas. Sin embargo, cuando encuentran la oportunidad perfecta, se vuelven problemáticas. Las principales responsables son el Staphylococcus aureus y el Streptococcus pyogenes, microorganismos que actúan como verdaderos oportunistas.

Estas bacterias aprovechan cualquier pequeña abertura en la piel para penetrar y establecer una infección. Un simple rasguño por jugar en el parque, una picadura de mosquito que tu hijo se rascó demasiado, o incluso una cortada diminuta pueden convertirse en la puerta de entrada. La piel de los niños es más delicada y su sistema inmunológico aún está desarrollándose, lo que explica por qué son más susceptibles a esta condición.

Estadísticas Globales y en Niños

El impétigo representa una de las infecciones cutáneas bacterianas más frecuentes a nivel mundial. Afecta principalmente a niños entre los 2 y 5 años de edad, aunque puede presentarse en cualquier momento de la infancia. Esta preferencia por los más pequeños se debe a varios factores: su tendencia a tocarse la cara con las manos sucias, la facilidad con que se lastiman durante el juego, y el contacto cercano que mantienen en guarderías y escuelas.

Los climas cálidos y húmedos favorecen significativamente su aparición. En lugares como parques, albercas públicas, o durante épocas de calor intenso, las condiciones se vuelven ideales para que estas bacterias proliferen. El hacinamiento en espacios cerrados también contribuye a su propagación rápida entre grupos de niños.

Tipos de Impétigo: Conoce sus Manifestaciones

Impétigo No Ampolloso: El más común

Esta variante representa aproximadamente el 70% de todos los casos de impétigo. Inicia como pequeñas manchas rojas que rápidamente evolucionan hacia vesículas llenas de líquido. Estas vesículas se rompen con facilidad, dejando áreas húmedas que posteriormente se cubren con costras características de color amarillento o dorado, similares al color de la miel.

Las lesiones aparecen frecuentemente alrededor de la nariz y la boca, aunque también pueden presentarse en las manos, antebrazos y otras áreas expuestas. La zona afectada puede sentirse ligeramente sensible, pero generalmente no causa dolor intenso. Una característica distintiva es que estas costras se adhieren firmemente a la piel y, al intentar removerlas, pueden sangrar ligeramente.

Impétigo Ampolloso: Ampollas características

El impétigo ampolloso se distingue por la formación de ampollas más grandes, llenas de un líquido inicialmente claro que puede volverse turbio con el tiempo. Estas ampollas tienen paredes más resistentes que las del tipo no ampolloso, por lo que permanecen intactas durante más tiempo antes de romperse.

Cuando finalmente se rompen, dejan áreas de piel enrojecida con bordes irregulares y costras menos adherentes. Esta variante tiende a aparecer más comúnmente en el tronco, brazos y piernas, aunque puede afectar cualquier parte del cuerpo. Las ampollas pueden alcanzar varios centímetros de diámetro y, a diferencia del tipo no ampolloso, suelen estar rodeadas de piel de apariencia normal.

Ectima: Una forma más profunda

El ectima representa la manifestación más seria del impétigo, ya que la infección penetra más profundamente en las capas de la piel. Se caracteriza por la formación de úlceras dolorosas cubiertas por costras gruesas y adherentes de color gris amarillento. Estas lesiones son considerablemente más molestas que las otras formas de impétigo.

Esta variante aparece con mayor frecuencia en las piernas y los glúteos, especialmente en áreas donde la piel ha sufrido traumatismos previos. El ectima requiere atención médica inmediata, ya que puede dejar cicatrices permanentes y tiene mayor riesgo de complicaciones. La curación es más lenta y puede requerir tratamientos más intensivos que las otras formas de impétigo.

Factores de Riesgo y Prevención del Impétigo

Condiciones que favorecen su aparición

Varios factores aumentan significativamente la probabilidad de que un niño desarrolle impétigo. La presencia de lesiones cutáneas preexistentes, como eczema, dermatitis atópica, o simples rasguños por jugar, crea puntos vulnerables donde las bacterias pueden establecerse. Los niños que se rascan frecuentemente debido a alergias o picaduras de insectos tienen un riesgo elevado.

Los ambientes cálidos y húmedos proporcionan condiciones ideales para el crecimiento bacteriano. Durante los meses de verano o en regiones tropicales, la sudoración excesiva y la humedad constante en la piel facilitan la proliferación de los microorganismos causantes. El contacto cercano con otras personas infectadas, especialmente en espacios confinados como aulas o dormitorios, acelera la transmisión de esta infección altamente contagiosa.

Medidas de higiene para evitar el contagio

La prevención del impétigo se basa fundamentalmente en mantener prácticas de higiene rigurosas pero sencillas. El lavado frecuente de manos con agua tibia y jabón antibacterial constituye la medida más efectiva. Es especialmente importante hacerlo después de tocar superficies públicas, antes de comer, y después de usar el baño.

Mantener las uñas de los niños cortas y limpias reduce significativamente el riesgo de autoinfección por rascado. Cuando aparezcan pequeñas heridas o picaduras, es fundamental limpiarlas inmediatamente con agua y jabón, aplicar un antiséptico suave y cubrirlas con vendajes limpios. Evitar compartir objetos personales como toallas, ropa, juguetes blandos o utensilios de aseo personal ayuda a prevenir la propagación entre hermanos o compañeros de clase.

Diagnóstico y Tratamiento del Impétigo en México

Cómo se diagnostica el impétigo

El diagnóstico del impétigo es principalmente clínico, lo que significa que un médico experimentado puede identificarlo simplemente observando las características de las lesiones. La apariencia distintiva de las costras color miel, la distribución típica de las lesiones, y la historia clínica del paciente proporcionan suficiente información para establecer el diagnóstico en la mayoría de los casos.

En situaciones donde el diagnóstico no es completamente claro, o cuando la infección no responde al tratamiento inicial, el médico puede tomar una muestra de las lesiones para realizar un cultivo bacteriano. Este estudio permite identificar específicamente qué bacteria está causando la infección y determinar cuáles antibióticos serán más efectivos. Es fundamental evitar la automedicación y siempre consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso.

Opciones de tratamiento: Tópico y Oral

Para casos leves y localizados, el tratamiento de primera línea consiste en antibióticos tópicos, siendo la mupirocina al 2% el más comúnmente prescrito. Esta crema se aplica directamente sobre las lesiones limpias, generalmente tres veces al día durante 5 a 7 días. Es importante limpiar suavemente las costras con agua tibia y jabón antes de cada aplicación para permitir que el medicamento penetre adecuadamente.

Cuando la infección es más extensa, afecta múltiples áreas del cuerpo, o no responde al tratamiento tópico, se requieren antibióticos orales. Los más utilizados incluyen cefalexina, clindamicina o amoxicilina con ácido clavulánico. Es crucial completar todo el curso de antibióticos prescrito, incluso si las lesiones parecen haber mejorado, para prevenir recaídas y el desarrollo de resistencia bacteriana.

Disponibilidad de antibióticos en México

Los medicamentos necesarios para tratar el impétigo están ampliamente disponibles en farmacias de todo México. Sin embargo, tanto los antibióticos tópicos como los orales requieren receta médica para su adquisición, lo cual es una medida importante para prevenir el uso inadecuado de estos medicamentos y el desarrollo de resistencia bacteriana.

Las farmacias de cadena y las farmacias independientes de barrio generalmente mantienen en stock los antibióticos más comúnmente prescritos para esta condición. En caso de que un medicamento específico no esté disponible, los farmacéuticos pueden sugerir alternativas equivalentes o ayudar a localizar el producto en otras sucursales. Siempre consulta con tu médico antes de realizar cualquier sustitución de medicamentos.

Complicaciones y Pronóstico del Impétigo

Riesgos asociados a la infección

Aunque el impétigo es generalmente una infección leve cuando se trata adecuadamente, pueden surgir complicaciones si se ignora o se maneja incorrectamente. La celulitis representa una de las complicaciones más frecuentes, donde la infección se extiende a capas más profundas de la piel y tejido subcutáneo. Esto se manifiesta como enrojecimiento que se extiende más allá de las lesiones originales, aumento del dolor, hinchazón y posiblemente fiebre.

Una complicación rara pero seria es la glomerulonefritis postestreptocócica, que puede afectar los riñones semanas después de la infección inicial. Esta condición es más probable cuando el impétigo es causado por ciertas cepas de Streptococcus pyogenes. Los síntomas incluyen hinchazón facial, orina oscura o con sangre, y presión arterial elevada. Aunque poco común, esta complicación subraya la importancia de tratar el impétigo apropiadamente desde el inicio.

Expectativas de recuperación

El pronóstico del impétigo es excelente cuando se recibe tratamiento médico adecuado. La mayoría de los niños experimentan una mejoría notable dentro de los primeros 2 a 3 días de iniciar el tratamiento antibiótico, con resolución completa de las lesiones en 7 a 10 días. Las formas no ampollosas y ampollosas generalmente sanan sin dejar cicatrices permanentes.

Es importante seguir todas las indicaciones médicas, incluyendo la duración completa del tratamiento antibiótico y las medidas de higiene recomendadas. Los niños pueden regresar a la escuela o guardería 24 horas después de iniciar el tratamiento antibiótico, siempre que las lesiones estén cubiertas apropiadamente. La recurrencia es poco común cuando se siguen las medidas preventivas adecuadas.

En México: Acceso y Costos

Información General

El sistema de salud mexicano ofrece múltiples opciones para el diagnóstico y tratamiento del impétigo en niños. En el sector público, el IMSS proporciona atención integral a través de sus Unidades de Medicina Familiar, donde los médicos generales y pediatras están capacitados para diagnosticar y tratar esta condición. El proceso típicamente inicia con una cita en medicina familiar, y solo en casos complicados se requiere referencia a dermatología pediátrica.

El ISSSTE ofrece servicios similares a través de sus clínicas y hospitales, con la ventaja de contar con especialistas en dermatología en sus unidades de mayor complejidad. Los centros de salud del INSABI también brindan atención para impétigo, especialmente importante para familias sin seguridad social. Estos servicios públicos incluyen tanto la consulta médica como los medicamentos básicos sin costo adicional para los derechohabientes.

En el sector privado, una consulta pediátrica para evaluar impétigo oscila entre $800 y $2,500 pesos, dependiendo de la ciudad y la experiencia del médico. Los antibióticos tópicos como la mupirocina tienen un costo aproximado de $150 a $300 pesos, mientras que los antibióticos orales pueden costar entre $200 y $500 pesos por tratamiento completo. Las consultas de seguimiento, cuando son necesarias, generalmente tienen un costo menor que la consulta inicial.

Los hospitales pediátricos especializados como el Hospital Infantil de México Federico Gómez y el Instituto Nacional de Pediatría cuentan con servicios de dermatología pediátrica para casos complejos. A nivel estatal, hospitales como el Hospital Civil de Guadalajara y el Hospital Universitario de Nuevo León ofrecen atención especializada. Es importante considerar que los tiempos de espera en el sector público pueden ser mayores, especialmente para consultas de especialidad, mientras que el sector privado ofrece mayor flexibilidad de horarios pero con costos más elevados.

Preguntas Frecuentes

¿Mi hijo puede ir a la escuela si tiene impétigo?

No, tu hijo debe quedarse en casa hasta que las lesiones estén completamente secas o hayan transcurrido al menos 24 horas desde el inicio del tratamiento antibiótico. El impétigo es altamente contagioso y se propaga fácilmente entre niños a través del contacto directo o al compartir objetos. Una vez que inicie el tratamiento adecuado y las lesiones estén cubiertas, el riesgo de contagio disminuye significativamente.

¿Cuánto cuesta el tratamiento del impétigo en México?

En instituciones públicas como IMSS, ISSSTE o centros de salud, el tratamiento es gratuito para derechohabientes. En el sector privado, los costos incluyen consulta médica ($800-$2,500), crema antibiótica ($150-$300), y antibióticos orales si son necesarios ($200-$500). El costo total del tratamiento privado generalmente no excede los $3,000 pesos, siendo una inversión accesible considerando la efectividad del tratamiento.

¿Dónde puedo llevar a mi hijo si creo que tiene impétigo?

Puedes acudir a tu centro de salud más cercano, clínica del IMSS o ISSSTE si eres derechohabiente, o consultar con un pediatra o médico general en práctica privada. Los médicos familiares están capacitados para diagnosticar y tratar el impétigo sin necesidad de referencia a especialistas en la mayoría de los casos. Solo situaciones complicadas o recurrentes requieren evaluación dermatológica especializada.

¿El impétigo puede afectar a adultos?

Sí, aunque es considerablemente menos común, los adultos también pueden desarrollar impétigo, especialmente si están en contacto cercano con niños infectados o tienen condiciones que comprometen la integridad de su piel. Los adultos con diabetes, eczema, o sistemas inmunológicos debilitados tienen mayor riesgo. El tratamiento en adultos sigue los mismos principios que en niños, pero puede requerir cursos más prolongados de antibióticos.

Conclusión

El impétigo, aunque común y altamente contagioso, es una condición completamente tratable cuando se aborda con prontitud y cuidado médico apropiado. La clave del éxito radica en el reconocimiento temprano de los síntomas, la búsqueda inmediata de atención médica, y el cumplimiento estricto del tratamiento prescrito. Con las medidas de higiene adecuadas y el tratamiento antibiótico correcto, tu hijo estará completamente recuperado en una semana.

No permitas que la preocupación te paralice. Si sospechas que tu hijo puede tener impétigo, consulta a tu médico de inmediato para obtener un diagnóstico preciso y comenzar el tratamiento apropiado.

Fuentes

  1. Impétigo: Información sobre síntomas y causas
  2. Guía clínica para impétigo estreptocócico
  3. Impétigo: Síntomas y causas
  4. Impétigo: Diagnóstico y tratamiento
  5. Impétigo: Infección contagiosa de la piel
  6. Impétigo: Enciclopedia médica

NOTA: Este artículo tiene fines informativos únicamente. Consulte siempre con un médico certificado o especialista para diagnóstico y tratamiento personalizado.

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